Era una noche como cualquiera, en una ciudad cualquiera,
en un barrio cualquiera, en una casa cualquiera, en una habitación cualquiera,
donde un hombre común dormía, o eso te hace pensar al ver a Miles, con sus 179
cm de estatura, su tez morena, su cara lo hacia un hombre atractivo, o eso le
decían comúnmente en los lugares que frecuentaba su pelo negro y largo al
estilo metalero, si lo ves piensas que no tiene nada de especial, es mas
pensarías que es un chico raro, pero este chico tiene algo especial, y esta
noche cualquiera se va a dar cuenta.
Despertó gritando y empapado en sudor, era la primera vez
que esto le sucedía desde que tenía once
años y sus amigos lo habían forzado a ver la película It! Basada en el “Best
Seller” del mismo nombre de Stephen King, esa semana no pudo conciliar el sueño
y si lo hacía tenia fuertes pesadillas sobre lo que había visto. Pero él no era
un niño, el ahora tenía 23 años y no tenia porque asustarse como un pequeño,
pero él lo había visto tan real, las emociones, las sensaciones, lo que
experimento en su sueño era real, el lo sabía, pero ¿cómo? Entonces volteo a la
puerta y lo vio. Ahí estaba de pie, era incluso más alto que su puerta, pero
era la misma figura que segundos atrás lo había perseguido, solo que ahora se
veía diferente, ahora sonreía.
-Por favor dime que no eres real, por favor dime que sigo
soñando
La figura seguía sonriendo pero no contestaba, incluso
torcía un poco la cabeza para enfocar más la cara estupefacta de Miles.
-Por favor dime qué quieres, por favor vete. Una lágrima
corría por su mejilla. ¡Solo vete!
-Vuelve a dormir Miles, aun no es tiempo de conocernos…
La voz no provenía de la figura, la voz era hermosa, era
de una chica, y por el simple sonido de la voz sabía que era una chica hermosa,
pero la voz, venia de su cabeza.
-No entiendo que está pasando, ¿Cómo hablas conmigo?
-Aun no es tiempo, sigue durmiendo, aun tienes que
completar tu plan…
Dicho esto la figura desapareció, pero no del todo, la
sonrisa seguía ahí, flotando, enseñando los dientes amarillos, y algo llamo la
atención de Miles, tenía un diente quebrado, pero no cualquier diente, era el
mismo que él se había quebrado apenas dos días antes en una práctica de
basquetbol y que había aplazado revisarse alegando no tener tiempo para
pequeñeces. Entonces ocurrió, la boca abrió la boca y expreso una frase.
“Vuelve a dormir Miles, aun no es tiempo de conocerla…” Y era su voz.
Acto seguido a que su sonrisa (porque era su sonrisa
estaba seguro), desapareció cayo profundamente dormido, su reloj digital
marcaba las 2:14 y uno de sus ojos estaba abierto, mirando el parpadeo de los
dos puntos que marcan los segundos, en cuanto el reloj cambio al siguiente
minuto, su ojo se cerro, y durmió, durmió sin soñar nada, solo escuchaba la voz
de la chica en su cabeza repitiendo su nombre una y otra vez.
Su alarma sonó como de costumbre a las 6:45 y él no
quería dormir mas, así que por primera vez desde que había comprado ese reloj
despertador no golpeo el botón de “Snoooze”, se incorporo violentamente y lo
primero que hizo fue voltear hacia la puerta, y como lo había pensado, no había
nada, ni siquiera había rastro de que alguien estuviera parado ahí apenas hace
unas horas, si es que en realidad estaba parado.
Se alisto rápidamente, a pesar de que entraba a las 9:00
a la oficina él quería salir de su casa lo antes posible, seguía dándole
vueltas a su cabeza si era real lo que había experimentado, o solo había tenido
dos pesadillas continuas y jamás se había despertado. Se metió a bañar y lo
hizo con agua fría, aunque era invierno y la temperatura era baja su cerebro no
dejaba de pensar en lo ocurrido esa noche. Se preparo un desayuno ligero, lo
comió a prisas mientras terminaba un reporte que debía entregar al día
siguiente, cepillo sus dientes y tomo las llaves de su motoneta.
Al entrar al garaje le pareció escuchar algo, “Miles”
¿alguien lo llamaba? No podía ser, vivía solo, pues su hermano estaba de viaje
hacia una semana y no era tiempo de volver para él aun.
-Seguro es el viento, será mejor que me vaya de aquí
Prendió la motoneta y se dispuso a echar en marcha, miro
su reloj de muñeca y eran las 8:14.
-Supongo que por primera vez en tres años ahí llegare
temprano.
Se dispuso a arrancar la motoneta y mientras la puerta
del garaje se cerraba, alguien lo observaba, era la misma figura que había
visto la noche anterior, pero él nunca se dio cuenta, pero la figura ahora no
sonreía, se veía disgustada, al parecer quería convivir con Miles más tiempo.
-No te preocupes el volverá a nosotros, me asegurare de
eso. La voz provenía de la puerta que conectaba la cocina al garaje. Ha llegado
el tiempo de que nos conozcamos.
La figura volvió a sonreír, mostrando ese diente roto que
ella y Miles compartían
Miles llego a las 8:39 al trabajo y marco su tarjeta, se
dispuso a acomodar su escritorio y empezar una nueva jornada de 8 infernales
horas en su trabajo pero bueno debía ganarse el sustento y alimentar a su
hermano cuando volviera. Entonces escucho voces y pasos, era raro ser el
primero en la oficina y ver como cobraba vida la estación de trabajo.
-Seguro te sentirás a gusto en este lugar Mara, es un
honor que te unas a nuestra fuerza laboral, te mostrare el área de cubículos
sígueme.
Vaya una nueva chica. Pensó Miles. Creo que el llegar
temprano a la oficina tiene sus ventajas, seré el primero en conocerla y si es
guapa espero arruinar los planes que Chris pudiera tener con ella. Se comenzó a
reír para sus adentros.
-Mira aquí es donde vas a trabajar y conocerás a tus
compañeros. Oh! Vaya sorpresa, pero si es el señor Miles Gates, es la primera
vez que te veo temprano aquí chico, y sin sudor por correr para alcanzar a
marcar tu tarjeta a tiempo.
-¿Qué le puedo decir señor Jameson? Creo que quiero
empezar una nueva etapa en mi vida, semana nueva vida nueva… ¿o no va así el
dicho?
-Muy gracioso señor Gates, pues ya que esta aquí le
presentare a nuestra nueva compañera y espero que se lleven bien y la ayude si
lo necesita.
-Claro que será así señor, no es vida nueva sin actitud
nueva ¿no es así?
-Señorita Golden, le presento a Miles Gates, nuestro
contador, señor Gates ella es Mara Golden
-Mucho gusto señorita. Le dijo estrechando la mano y
sonriendo sin mostrar los dientes pues no quería que viera su diente roto.
-Encantada de conocerte Miles
Quedo pasmado al escuchar su nombre, era la voz que había
escuchado toda la noche, pero eso no era lo más impactante, su cara era como la
de él, y aun más impactante tenía un diente roto, el mismo diente roto que el
mismo tenia.
-Se que seremos muy buenos amigos. Dijo ella ignorando la
cara de sorpresa y estupefacción que Miles tenía en ese mismo momento.
Bueno este seria un primer borrado de un primer capitulo de algo mas grande que me gustaría publicar, espero sea de su agrado y agradezco sus comentarios